Refinería de Cartagena: Clave Energética y Empleo

La Refinería de Cartagena, conocida como Reficar, se erige como un activo industrial de suma importancia, ubicado estratégicamente en la costa norte de Colombia. Su misión principal es asegurar la soberanía energética del país a través de la producción de combustibles de alta calidad y amigables con el medio ambiente. Más allá de su operación técnica, Reficar genera un valor significativo tanto para su entorno inmediato como para Colombia en general, posicionándose como un referente en Latinoamérica.

Con una capacidad de procesamiento que alcanza los 210KBD (Mil Barriles Diarios) a través de sus 35 unidades de proceso, la Refinería de Cartagena abastece la demanda de la región Caribe colombiana, el mercado nacional e incluso el internacional. Para lograrlo, utiliza tecnología de vanguardia y mantiene estrictos estándares en materia de seguridad y cuidado ambiental. Esta operación a gran escala tiene un impacto considerable en la comunidad local, no solo por la producción de derivados del petróleo esenciales, sino también por su rol como dinamizador económico y fuente de empleo local.

¿Qué se hace en Reficar?

En esencia, Reficar se dedica a la refinación de petróleo crudo. Este complejo proceso industrial busca transformar el petróleo en una amplia gama de productos esenciales para la vida moderna. La refinería opera con una configuración tipo craqueo, lo que la convierte en una refinería de conversión profunda. Esto significa que tiene la capacidad de procesar crudos pesados y lograr un alto índice de conversión, maximizando el aprovechamiento de cada barril.

Los productos obtenidos en la Refinería de Cartagena son diversos y atienden tanto el consumo interno de Colombia como el mercado de exportación. Entre los principales productos que salen de sus unidades de proceso se encuentran:

• Gasolina
• Nafta virgen
• Queroseno
• Diésel
• Jet (combustible de aviación)
• Gasóleo atmosférico
• Polipropileno
• Etileno
• Coque
• GLP (Gas Licuado de Petróleo)
• Azufre
• Arotar

Estos productos son fundamentales para diversos sectores, desde el transporte (gasolina, diésel, jet) hasta la industria petroquímica (polipropileno, etileno) y otros usos industriales (coque, azufre). La capacidad de la refinería para transformar el 97,5% de un barril de crudo en productos valiosos, dejando solo un 2,5% como coque y azufre (utilizados en industrias siderúrgicas y agroquímicas), demuestra su eficiencia y capacidad de refinación de alta conversión.

Además de la variedad, Reficar pone un fuerte énfasis en la producción de combustibles limpios. Su diésel de exportación, por ejemplo, contiene hasta 10 partes por millón (ppm) de azufre, cumpliendo con las normas internacionales más exigentes. La gasolina que produce tiene entre 80 y 100 ppm de azufre, significativamente por debajo de la norma colombiana que exige 300 ppm. Esta producción de combustibles con bajo contenido de azufre contribuye a la mejora de la calidad del aire y a la protección del medio ambiente en Colombia.

Historia y Evolución de la Refinería de Cartagena

La historia de la Refinería de Cartagena se remonta a 1957, año en que fue construida por Intercol (una subsidiaria de Exxon) con una inversión de 33 millones de dólares. Inicialmente concebida como un complejo para suplir la demanda de combustibles en la Costa Caribe, su propiedad cambió en 1974, cuando fue adquirida por Ecopetrol, la empresa petrolera nacional de Colombia.

Durante décadas, la refinería operó con una capacidad de carga de aproximadamente 75.000 a 80.000 barriles diarios. Sin embargo, a finales de los años 90, el Gobierno Nacional identificó la necesidad de modernizar y ampliar la infraestructura de refinación del país. Esto se debía a dos factores principales: la creciente demanda nacional e internacional de combustibles y la necesidad de producir derivados más eficientes y amigables con el medio ambiente, en línea con las tendencias globales de calidad.

La decisión de ampliar y modernizar la Refinería de Cartagena fue estratégica. En un momento en que muchas refinerías de conversión media en el mundo estaban cerrando, Colombia apostó por transformar su refinería de Cartagena, que convertía solo el 74% de un barril de crudo en productos valiosos, en un complejo de alta conversión. El proyecto de modernización y ampliación representó una inversión cercana a los 6.500 millones de dólares.

Las obras de ampliación fueron inauguradas formalmente el 21 de octubre de 2015. Ese día marcó un hito con la apertura de la válvula de la Unidad de Crudo y la recepción de la primera carga de petróleo crudo. La producción de los primeros refinados se concretó poco después, el 10 de noviembre de 2015, transformando 90.000 barriles en diésel, nafta, GLP y combustible de aviación. Progresivamente, las demás unidades entraron en operación, completando el proceso el 11 de julio de 2016.

La modernización incrementó significativamente la capacidad de refinación, pasando de unos 75.000-80.000 barriles diarios a una capacidad de carga de 150.000 barriles diarios (aunque la capacidad de procesamiento total es de 210KBD). Esta ampliación ha sido crucial para reducir la dependencia del país de las importaciones de combustibles, un problema que antes llevaba a Colombia a importar grandes volúmenes, como hasta 33.000 barriles diarios de diésel.

Ubicación Estratégica e Infraestructura

La Refinería de Cartagena está situada en la zona industrial de Mamonal, dentro del Distrito de Cartagena. Su ubicación es un factor clave para su operación y su impacto económico y logístico.

Mamonal ofrece un punto estratégico con acceso directo al Océano Atlántico. Esto facilita la llegada de crudo (tanto nacional como internacional) y la exportación de productos refinados a mercados internacionales. Además, la refinería tiene acceso al interior de Colombia a través del Río Magdalena, vía el Canal del Dique, y mediante la conexión a la red de oleoductos existente en el país. Esta conectividad multimodal garantiza la eficiente distribución de los combustibles y otros productos a nivel nacional.

Parte fundamental de su infraestructura logística es su terminal marítimo. La refinería cuenta con dos muelles capaces de recibir buques de hasta 85.000 toneladas de peso muerto, lo que subraya su capacidad para manejar grandes volúmenes de carga y su rol en el comercio internacional de productos refinados.

El complejo industrial de la refinería ocupa un área extensa, abarcando 140 hectáreas. Para ponerlo en perspectiva, este espacio es equivalente al tamaño de 280 canchas de fútbol juntas. Dentro de este vasto complejo se distribuyen las 34 (o 35, el texto menciona ambos números) unidades de proceso que permiten la transformación del crudo.

Producción de Vanguardia: Combustibles Limpios y Más

En años recientes, como en 2022, la Refinería de Cartagena ha operado a plena marcha, consolidando los beneficios de su proceso de ampliación y modernización. Su contribución a la seguridad energética de Colombia es innegable, especialmente en el contexto geopolítico actual, donde el acceso a hidrocarburos es un tema de interés global.

Un logro destacado es su capacidad para abastecer la totalidad de la demanda nacional de diésel. Este combustible es vital para la economía colombiana, ya que una gran parte del transporte de productos y materias primas se realiza mediante vehículos y tractocamiones que utilizan diésel. Al cubrir esta demanda interna, Reficar asegura el suministro y reduce la vulnerabilidad ante fluctuaciones del mercado internacional.

La Refinería de Cartagena tiene una configuración de craqueo y conversión profunda. Esto le permite procesar eficientemente tanto crudos livianos como pesados, maximizando la producción de productos de alto valor. Como se mencionó, la lista de productos es extensa e incluye gasolina, diésel, jet, nafta, GLP, coque, azufre, entre otros.

Aunque la producción está orientada primordialmente al mercado nacional (aproximadamente el 70% según datos de 2017), Reficar también es un importante exportador, destinando cerca del 30% de su producción al mercado petrolero internacional. Esta capacidad de exportación no solo genera divisas para el país, sino que también posiciona a Colombia como un proveedor confiable de combustibles de alta calidad.

Tras la puesta en funcionamiento de la ampliación en 2016, la refinería siguió un estricto cronograma de estabilización y aumento gradual de su producción. Este proceso culminó con éxito el 6 de diciembre de 2017 con la prueba global de desempeño. Durante 60 días, las unidades operaron según sus parámetros de diseño, de forma sincronizada y sin incidentes. En este periodo, la refinería alcanzó una carga promedio de 144.000 barriles diarios de petróleo, demostrando su capacidad operativa estable.

El Motor Económico y Social de la Región Caribe

El impacto de la Refinería de Cartagena en la economía de la región Caribe y de Colombia es profundo y multifacético. Junto con las actividades portuaria y naviera asociadas a las exportaciones, el clúster petroquímico de Cartagena, del cual Reficar es un pilar, generó ingresos por más de 21 billones de pesos, según datos recientes de la Cámara de Comercio de Cartagena. Esto coloca a estas actividades como el motor económico de la ciudad y del departamento de Bolívar, superando a otros sectores tradicionales como el turismo y la hotelería.

En 2021, la contribución de Reficar al abastecimiento nacional fue notable, aportando el 19% del diésel y el 21% de la gasolina consumidos en el país. Gracias a esta producción interna, Colombia evitó importar combustibles por un valor estimado de 2.778 millones de dólares en ese mismo año, lo que representa un ahorro significativo para la balanza comercial del país.

Financieramente, la refinería también mostró un desempeño importante. En 2021, sus ventas totales alcanzaron los 4.104 millones de dólares, con un 70% correspondiente a ventas locales (principalmente diésel y gasolina) y el 30% restante a exportaciones por más de 1.200 millones de dólares (mayoritariamente diésel). El EBITDA (Ganancias antes de intereses, impuestos, depreciación y amortización) alcanzó récords en 2021, con 57 millones de dólares en octubre y 173 millones de dólares en el total del año.

Además del impacto macroeconómico, Reficar contribuye a la reactivación económica a nivel local. Ha fortalecido los servicios de educación en Cartagena y ha priorizado la contratación de mano de obra local, con un 100% de contratación local y un 70% de mano de obra no calificada en ciertas actividades. También se prioriza la compra a proveedores locales de suministros, materiales, herramientas y servicios, impulsando las empresas de la región.

Empleo y Desarrollo Local

La Refinería de Cartagena es una fuente importante de empleo directo e indirecto en la región. Actualmente, más de 3.500 personas trabajan directamente en la refinería, siendo la gran mayoría residentes de Cartagena. Este es un compromiso con el empleo local que beneficia a muchas familias en la ciudad.

El impacto en el empleo se extiende más allá de la refinería misma. El clúster petroquímico de Cartagena, impulsado en gran medida por la presencia de Reficar, genera cerca de 12.000 empleos en el Distrito, según datos del CEDEC – Cámara de Comercio de Cartagena. Esto subraya el efecto multiplicador que una industria de esta magnitud tiene en la economía regional.

Incluso en actividades específicas como el mantenimiento mayor programado, la refinería genera oportunidades de empleo significativas. Por ejemplo, durante un mantenimiento reciente en tres unidades clave (Hidrocraqueo, Hidrógeno y Azufre), se proyectó la contratación de alrededor de 1.500 trabajadores en el pico más alto de actividad. En estos procesos, Ecopetrol y Reficar priorizan la contratación de mano de obra cartagenera. Para facilitar esto, han implementado programas de formación como "Aprendiendo Trabajando", que buscan fortalecer las competencias laborales de los habitantes de Cartagena en oficios especializados de la industria.

La priorización de proveedores locales para la compra de suministros y servicios durante estas paradas de planta o mantenimientos también es una forma directa de inyectar recursos en la economía de la ciudad, apoyando a las pequeñas y medianas empresas locales.

Mantenimiento Mayor: Garantizando la Operación Segura

Para garantizar la producción continua de combustibles bajo los más altos estándares de calidad, Reficar realiza periódicamente mantenimientos mayores, también conocidos como paradas de planta. Estas actividades son planificadas con años de antelación y son esenciales para la confiabilidad y seguridad de las operaciones.

Un mantenimiento mayor implica la inspección detallada de los equipos, la realización de reparaciones necesarias, el reemplazo de piezas desgastadas y la ejecución de acciones técnicas o de proceso que permiten restaurar la funcionalidad original de las unidades o incluso mejorarlas. La inversión en estos mantenimientos es considerable; por ejemplo, un mantenimiento reciente implicó una inversión de 243 mil millones de pesos.

Las actividades durante un mantenimiento mayor son complejas e involucran a un gran número de trabajadores, como los aproximadamente 1.500 contratados para el mantenimiento de las unidades de Hidrocraqueo, Hidrógeno y Azufre. Se reemplazan componentes críticos, como más de 1 millón 200 mil libras de catalizador, una materia prima fundamental en los procesos de refinación.

Además del reemplazo de catalizadores, se realiza mantenimiento general de compresores, motores, tuberías e intercambiadores, asegurando que toda la infraestructura funcione de manera segura y eficiente. La planificación de estos eventos cuenta con la participación de expertos internacionales y de otras refinerías con características similares, garantizando la aplicación de las mejores prácticas globales.

Es importante destacar que, a pesar de la magnitud de estos mantenimientos, la refinería planifica su operación para garantizar el abastecimiento de combustibles al país durante el periodo que duran las actividades, evitando afectaciones en el suministro nacional.

El Proceso de Ampliación y la Controversia con CB&I

El proyecto de ampliación y modernización de Reficar, si bien fue un éxito técnico en cuanto a la puesta en marcha de una refinería moderna, no estuvo exento de controversias, particularmente en lo relacionado con el contrato EPC (Ingeniería, Compras y Construcción) firmado con la empresa Chicago Bridge and Iron Company (CB&I).

El contrato con CB&I fue aprobado el 2 de noviembre de 2007, basándose en la experiencia y capacidad declarada de la empresa para ejecutar el proyecto en el tiempo y costo previstos. Sin embargo, a partir de 2012, Reficar comenzó a identificar y alertar sobre demoras significativas, mala planeación y problemas en la ejecución por parte del contratista. Se detectaron estimados deficientes, cambios de alcance que impactaron el proyecto, retrasos en la ingeniería y mayores cantidades de obra de las previstas.

Ante esta situación, Reficar evaluó la posibilidad de dar por terminado el contrato con CB&I. No obstante, esta opción se desestimó debido a las graves implicaciones económicas y jurídicas que acarrearía, incluyendo la posible afectación del abastecimiento de combustible a nivel nacional. A pesar de no terminar el contrato, Reficar mantuvo un proceso de debida diligencia para defender sus intereses y los de la nación, recopilando evidencias del incumplimiento por parte de CB&I.

El 8 de marzo de 2016, Refinería de Cartagena presentó una solicitud ante la Cámara de Comercio Internacional para iniciar un proceso de arbitraje contra CB&I. El objetivo de este arbitraje es demostrar que CB&I, según Reficar, era consciente de que el proyecto costaría más de lo pactado inicialmente y que perjudicó a Reficar y a Ecopetrol al no cumplir su promesa de valor contractual. Por su parte, CB&I contestó la solicitud y presentó una demanda reconvencional (una contrademanda dentro del mismo proceso).

Este litigio arbitral es de gran importancia y ha requerido la asesoría legal de firmas especializadas. Reficar contrató a la firma internacional King and Spalding (K&S), reconocida por su experiencia en litigios arbitrales de gran escala en el sector energético, y cuenta con el apoyo local de la firma colombiana Suscún Abogados. Actualmente, el proceso se encuentra a la espera del laudo arbitral que resuelva la disputa.

¿Quién es el dueño de Reficar?

Refinería de Cartagena S.A.S. es una sociedad comercial organizada bajo la forma jurídica de Sociedad por Acciones Simplificada (S.A.S.). Esta sociedad forma parte del Grupo Ecopetrol, una de las principales empresas de energía de América Latina. La cabeza de este grupo es Ecopetrol S.A., la empresa estatal colombiana de petróleo. Aunque el texto menciona que, según el libro de Accionistas al 31 de diciembre de 2022, la composición accionaria es la siguiente, la información detallada de otros posibles accionistas o porcentajes no está provista en el material fuente. Por lo tanto, basándonos en la información disponible, Reficar es parte del Grupo Ecopetrol, liderado por Ecopetrol S.A.

¿Cuántos empleados tiene Reficar?

Actualmente, la Refinería de Cartagena emplea directamente a más de 3.500 personas. Es un punto importante que la gran mayoría de estos empleados directos son cartageneros, lo que refleja el compromiso de la empresa con el empleo local. Además del personal directo de la refinería, el clúster Petroquímico en el área de Mamonal, donde Reficar es un componente esencial, genera cerca de 12.000 empleos en el Distrito de Cartagena.

Es relevante mencionar que, durante periodos de actividades intensivas como los mantenimientos mayores programados, el número de personas trabajando en el complejo aumenta significativamente. Por ejemplo, en un mantenimiento reciente, se proyectó contratar alrededor de 1.500 trabajadores adicionales, priorizando nuevamente la mano de obra de Cartagena para estas labores temporales.

Preguntas Frecuentes sobre Reficar

¿Qué tipos de combustibles produce la Refinería de Cartagena?

Reficar produce una amplia gama de combustibles y otros derivados del petróleo, incluyendo gasolina, diésel, Jet (combustible de aviación), queroseno, nafta virgen, gasóleo atmosférico, GLP (Gas Licuado de Petróleo), así como productos industriales como polipropileno, etileno, coque, azufre y arotar.

¿Cuál es la capacidad de procesamiento de Reficar?

La Refinería de Cartagena tiene una capacidad de procesamiento de 210 Mil Barriles Diarios (KBD) a través de sus unidades. Su capacidad de refinación de carga de crudo actual es de aproximadamente 150 Mil Barriles Diarios, y ha alcanzado cargas promedio de 144 Mil Barriles Diarios en pruebas de desempeño.

¿A quién abastece Refinería de Cartagena con sus productos?

Reficar abastece la demanda de la región Caribe colombiana y el mercado nacional. También exporta aproximadamente el 30% de su producción a mercados internacionales, contribuyendo a la seguridad energética de Colombia al asegurar el suministro interno y generar divisas.

¿Por qué se modernizó la Refinería de Cartagena?

La modernización y ampliación de Reficar fue necesaria para aumentar la capacidad de refinación del país, reducir la dependencia de las importaciones de combustibles y producir derivados con estándares de calidad más altos y bajo contenido de azufre (combustibles limpios), en línea con las normativas ambientales internacionales.

¿Qué impacto económico tiene Reficar en Cartagena y Colombia?

Reficar es un motor económico clave. Contribuye significativamente al PIB de Cartagena y Bolívar (parte del clúster que genera más de $21 billones), ahorra al país millones de dólares en importaciones de combustible (cerca de US$2.778 millones en 2021), genera ingresos por ventas (US$4.104 millones en 2021) y aporta a la nación y la ciudad. Además, impulsa el empleo local y apoya a los proveedores de la región.

En conclusión, la Refinería de Cartagena es un pilar fundamental de la infraestructura energética e industrial de Colombia. Su operación, su historia de modernización, su impacto económico y su generación de empleo local la convierten en un activo estratégico y un motivo de orgullo para el país, asegurando la producción de combustibles limpios y dinamizando la economía regional.

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