14/11/2024
La pregunta sobre quién fue la primera mujer en trabajar es compleja, ya que las mujeres han desempeñado roles esenciales en el sustento familiar y comunitario a lo largo de la historia, mucho antes de la existencia de profesiones formalizadas. Sin embargo, si nos referimos a la primera mujer en ingresar y destacar en un campo profesional que requería educación formal y titulación, tradicionalmente dominado por hombres, la historia de Margarita Chorné y Salazar en México es un hito fundamental que resuena en toda América Latina.

Imaginen la escena: es la tarde del 18 de enero de 1886. El paraninfo de la Escuela de Medicina en Ciudad de México bulle de expectación. Académicos, dentistas de renombre, estudiantes y curiosos se congregan para presenciar un evento sin precedentes. Una joven, Margarita Chorné, está a punto de presentar su examen para obtener el título de cirujano dentista. En una era donde las opciones para las mujeres de clase media y alta se limitaban en gran medida al matrimonio, la maternidad y las labores domésticas, la sola idea de una mujer buscando un título universitario era revolucionaria.
Llegar a este punto no fue un camino sencillo para Margarita. El jurado, que incluía figuras tan respetadas como el doctor Rafael Lucio, era conocido por su rigor. Sin embargo, Margarita no era una improvisada. Había dedicado años al estudio profundo de la dentistería. Devoraba libros y revistas especializadas de Francia y Estados Unidos, manteniéndose al día con los avances internacionales en la materia. Además, contaba con una invaluable experiencia práctica, habiendo aprendido y trabajado en el gabinete dental de su padre, don Agustín Chorné, y posteriormente bajo la tutela de Ignacio Chacón, hijo del primer dentista mexicano.
Su conocimiento era vasto y su destreza notable. Cuando llegó el momento crucial, Margarita respondió con aplomo y precisión a todas las preguntas del exigente jurado. El resultado fue unánime: ¡Aprobada! El salón estalló en aplausos y felicitaciones. Las lágrimas de emoción asomaron, no solo en los ojos de Margarita, sino en los de muchos de los presentes, conscientes de que estaban siendo testigos de un momento histórico.
- Los Primeros Años de una Pionera
- Del Gabinete Paterno a la Vocación Profesional
- Desafiando las Convenciones Familiares y Sociales
- El Examen Histórico y el Reconocimiento
- El Legado de Margarita Chorné y el Acceso de las Mujeres a las Profesiones
- Preguntas Frecuentes sobre Mujeres Pioneras en el Trabajo
- ¿Fue Margarita Chorné la primera mujer en trabajar en la historia?
- ¿Por qué se le considera tan importante si otras mujeres ya trabajaban?
- ¿Qué tan difícil era para una mujer estudiar una carrera universitaria en el siglo XIX?
- ¿Hubo otras mujeres pioneras en otras profesiones en México o América Latina por esa época?
- ¿Qué impacto tuvo el logro de Margarita Chorné a largo plazo?
Los Primeros Años de una Pionera
Margarita Chorné y Salazar nació el 22 de febrero de 1864 en Ciudad de México, en medio de la turbulenta época de la intervención francesa. Desde pequeña, mostró una inteligencia y una curiosidad que la distinguían. Aunque asistió a escuelas tradicionales para niñas de la época, incluyendo un colegio de monjas, su inclinación natural la llevaba por caminos menos convencionales. Destacó en la música, mostrando gran habilidad al piano, y cultivó una afición por la ópera y la equitación, actividades que no encajaban en el molde de las señoritas de su tiempo.
Antes de cumplir los quince años, ya era evidente que Margarita poseía un espíritu independiente y una sed de conocimiento que la diferenciaba de sus hermanas. Mientras otras se dedicaban a las artes del hogar, Margarita prefería perderse entre los libros de la biblioteca de su padre o montar a caballo, desafiando las expectativas de género de la sociedad decimonónica.
Esta inclinación por el aprendizaje la llevó a buscar una educación más allá de lo que se consideraba apropiado para una mujer. Ingresó al colegio laico de las Vizcaínas, una institución que ofrecía una formación más amplia y rigurosa, donde estudió historia natural, física, química y matemáticas. Pero su verdadera pasión se gestaba fuera del aula tradicional.
Del Gabinete Paterno a la Vocación Profesional
Después de sus clases en Vizcaínas, Margarita pasaba tiempo en el gabinete dental de su padre y de su tío Rafael, también dentista. Allí, más allá de ayudar con tareas administrativas como recibir pacientes o mantener el orden y la limpieza, empezó a interesarse profundamente por los aspectos técnicos de la profesión. Observaba, preguntaba y aprendía.
Su interés la llevó a consultar literatura especializada en francés e inglés, demostrando una iniciativa poco común. Se involucró cada vez más en las labores del gabinete, aprendiendo sobre la fabricación de dentaduras, placas y otras piezas. Sin embargo, había un límite: no podía atender a los pacientes de manera autónoma, ni realizar procedimientos complejos sin una acreditación formal.
Fue en este punto que la afición se transformó en una vocación ineludible. Margarita tomó una decisión audaz y trascendental: quería dedicarse a la dentistería de por vida. Pero para hacerlo de manera plena y legítima, necesitaba el título de cirujano dentista.
La noticia de su deseo de convertirse en dentista cayó como una bomba en su familia. La reacción inicial fue de asombro e incredulidad, seguida de preocupación y resistencia. ¿Cómo era posible que una joven de su posición aspirara a una labor considerada exclusivamente masculina? Las preguntas surgían cargadas de las expectativas sociales de la época: ¿Por qué no concentrarse en aprender las habilidades domésticas, prepararse para el matrimonio, formar un hogar y ser madre? ¿Qué diría la sociedad de Ciudad de México sobre la familia Chorné?
A pesar de las reticencias iniciales y la presión social, don Agustín Chorné, su padre, demostró ser un hombre de visión y apoyo inquebrantable. Respaldó el deseo de su hija, entendiendo la profundidad de su vocación y su capacidad. Este apoyo paterno fue crucial, permitiéndole dar el siguiente paso.
Margarita continuó su formación, esta vez bajo la tutela del doctor Ignacio Chacón. Su estancia en su gabinete le proporcionó una experiencia práctica y teórica invaluable, consolidando sus conocimientos y habilidades. La dedicación con la que abordó sus estudios y prácticas convenció a Chacón de que Margarita poseía la preparación necesaria para enfrentar el riguroso examen profesional.
El Examen Histórico y el Reconocimiento
Con el aval del doctor Chacón y cartas de recomendación de tres personas reconocidas que certificaban su solvencia moral, Margarita Chorné pudo finalmente solicitar su examen profesional en 1886. En ese momento, la dentistería en México era considerada una especialidad de la medicina, y la Escuela de Medicina era el lugar donde se realizaban estos exámenes, ya que aún no existía una escuela dedicada exclusivamente a la enseñanza de la dentistería que expidiera títulos.
La noticia de que una mujer presentaría este examen se difundió rápidamente, generando un gran interés, no solo en los círculos académicos y profesionales, sino también en la prensa. Periódicos como La Patria cubrieron el evento, reconociendo el mérito de Margarita y el potencial que su logro abría para otras mujeres. La Patria escribió: “El examen brillante de la Srita. Chorné abre un amplio campo a importantes reflexiones de los adelantos que se pueden obtener por algunas jóvenes que se dediquen a un ramo tan notable de la cirugía”. También señalaron que el gabinete dental de los Chorné “hoy tendrá además el atractivo de que las señoras podrán ponerse en manos de una joven diestra e inteligente”.
Sin embargo, no todas las reacciones fueron positivas. Como era de esperarse, hubo voces críticas que veían en el ejemplo de Margarita una amenaza al orden social tradicional, argumentando que si muchas mujeres seguían sus pasos, esto provocaría la “destrucción del hogar”. Estas críticas reflejaban el profundo arraigo de los roles de género de la época y el miedo al cambio social.
A pesar de las críticas y los obstáculos, Margarita Chorné no solo obtuvo su título, sino que ejerció su profesión con éxito. Su logro no solo fue un triunfo personal, sino que abrió una puerta fundamental para las mujeres en el ámbito profesional en México y, como se reconocería más tarde, en toda América Latina. En 1908, Francia le otorgó un reconocimiento por ser la primera mujer profesionista en la región, un testimonio del impacto y la trascendencia de su hazaña.
Margarita Chorné vivió hasta 1962, siendo testigo de los cambios sociales y las nuevas oportunidades que se abrieron para las mujeres a lo largo del siglo XX, en parte gracias a pioneras como ella.
El Legado de Margarita Chorné y el Acceso de las Mujeres a las Profesiones
La historia de Margarita Chorné es un poderoso recordatorio de las barreras que las mujeres han tenido que derribar para acceder a campos que históricamente les fueron vedados. Su valentía, perseverancia y el apoyo de figuras clave le permitieron romper moldes y demostrar que la capacidad intelectual y la habilidad profesional no tienen género.
Su logro sentó un precedente vital. Después de ella, otras mujeres se animaron a buscar educación superior y títulos profesionales en diversas áreas. El camino fue largo y lleno de desafíos, pero la puerta se había abierto. Comparar la situación de las mujeres en el ámbito profesional en la época de Margarita con la actualidad nos permite apreciar la magnitud del progreso alcanzado.
Comparativa: El Mundo Profesional para las Mujeres (Siglo XIX vs. Actualidad)
| Aspecto | Finales del Siglo XIX (Época de Margarita Chorné) | Actualidad |
|---|---|---|
| Acceso a Educación Superior | Muy limitado, pocas instituciones aceptaban mujeres. Enfoque en artes liberales o educación básica. | Amplio acceso en la mayoría de las disciplinas. Mayoría de estudiantes universitarios son mujeres en muchos países. |
| Profesiones Disponibles | Principalmente maestras, enfermeras (roles de cuidado social). Profesiones como medicina, derecho, ingeniería, dentistería, etc., dominadas por hombres. | Acceso a prácticamente todas las profesiones, incluyendo aquellas históricamente masculinas. |
| Expectativas Sociales | Rol principal: esposa, madre, cuidadora del hogar. El trabajo profesional era visto con recelo o como una necesidad económica extrema, no como una aspiración. | El trabajo profesional es una opción aceptada y fomentada. Mayor reconocimiento del derecho de las mujeres a desarrollar sus carreras. |
| Barreras y Discriminación | Fuertes barreras de entrada (admisión a universidades, aceptación en el campo laboral), prejuicios sociales, resistencia familiar. | Persisten desafíos como la brecha salarial, el techo de cristal, la conciliación vida laboral-familiar, pero existen leyes y movimientos que buscan la igualdad. |
| Reconocimiento y Visibilidad | Logros individuales eran excepcionales y a menudo recibían críticas además de elogios. Poca representación en puestos de liderazgo. | Mayor reconocimiento de los logros de las mujeres. Aumento de la representación en puestos de liderazgo, aunque aún no es paritaria en muchas áreas. |
Como se observa en la tabla, el contexto en el que Margarita Chorné forjó su carrera era radicalmente diferente al actual. Su éxito fue un acto de verdadera audacia y determinación.
Preguntas Frecuentes sobre Mujeres Pioneras en el Trabajo
La historia de Margarita Chorné suscita varias preguntas sobre el rol de las mujeres en el ámbito laboral a lo largo del tiempo.
¿Fue Margarita Chorné la primera mujer en trabajar en la historia?
No. Las mujeres han trabajado en diversas capacidades a lo largo de toda la historia humana, en la agricultura, el comercio, la artesanía, el cuidado, etc. Margarita Chorné fue la primera mujer en obtener un título profesional universitario en México y América Latina, abriendo el camino para que las mujeres ingresaran a campos que requerían educación formal y licencia, y que hasta entonces eran casi exclusivamente masculinos.
¿Por qué se le considera tan importante si otras mujeres ya trabajaban?
Su importancia radica en que rompió la barrera del acceso a las profesiones liberales y científicas, que eran la base del desarrollo social y económico moderno y que conferían un estatus y una autonomía diferentes a los oficios tradicionales. Abrió la puerta a la educación superior y al reconocimiento formal de las capacidades de las mujeres en campos complejos.
¿Qué tan difícil era para una mujer estudiar una carrera universitaria en el siglo XIX?
Extremadamente difícil. Las universidades estaban diseñadas para hombres. Había pocas o ninguna institución que aceptara mujeres en carreras "masculinas". La presión social y familiar para que las mujeres se dedicaran únicamente al hogar era inmensa. Obtener permiso para estudiar, encontrar tutores dispuestos y ser aceptada para un examen profesional eran obstáculos enormes.
¿Hubo otras mujeres pioneras en otras profesiones en México o América Latina por esa época?
Sí, aunque Margarita Chorné es reconocida como la primera profesionista en general, otras mujeres pronto siguieron sus pasos en diversas áreas. Por ejemplo, Matilde Montoya fue la primera médica en México, graduándose pocos años después de Margarita. Estas pioneras allanaron el camino para las generaciones futuras.
¿Qué impacto tuvo el logro de Margarita Chorné a largo plazo?
Su logro fue una inspiración y una prueba tangible de que las mujeres eran capaces de sobresalir en campos profesionales. Contribuyó a cambiar gradualmente la percepción social sobre el rol de la mujer y fortaleció los movimientos por la educación y los derechos de las mujeres en la región.
La vida y el éxito de Margarita Chorné son un faro que ilumina la lucha por la igualdad de oportunidades. Su historia nos recuerda que cada vez que una barrera es derribada por un pionero, se abre un mundo de posibilidades para quienes vienen detrás.
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