¿Qué es una falta de empleo?

Entendiendo la Falta de Empleo en México

24/05/2025

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La falta de empleo, o desempleo, no es solo una cifra en las estadísticas; es una realidad que afecta a millones de personas y familias en México. Junto con la preocupación por la calidad de los puestos de trabajo existentes, el desempleo representa uno de los desafíos socioeconómicos más importantes del país. Comprender cómo se manifiesta y cuáles son sus causas profundas es fundamental para abordar este problema de manera efectiva.

¿Cómo se da la falta de empleo?
Para Torres (1974) las causas del desempleo radican principalmente en factores demográficos y económicos. La primera, el incremento de la población mexicana supera a la tasa mundial y la segunda, el crecimiento económico ha sido insuficiente para dar ocupación al aumento de la fuerza de trabajo.

En términos sencillos, el desempleo ocurre cuando la cantidad de personas que buscan activamente un puesto de trabajo (la demanda de empleo) supera el número de oportunidades laborales disponibles (la oferta de empleo). Según la definición utilizada en México, una persona desempleada es aquella de 15 años o más que, durante una semana de referencia, no tuvo trabajo, estaba disponible para trabajar y buscó activamente un empleo. Es crucial diferenciar al desempleado abierto, que busca trabajo sin estar ocupado, de alguien que busca cambiar de empleo estando ya trabajando.

Índice de Contenido

Tipos y Causas del Desempleo

El desempleo puede manifestarse de diversas formas. Existen categorías como el desempleo cíclico (vinculado a los ciclos económicos), de larga duración, estructural (debido a desajustes entre las habilidades de los trabajadores y las necesidades del mercado), friccional (transitorio, cuando alguien cambia de trabajo) y específico.

Las causas del desempleo son múltiples y complejas, interactuando entre sí. La literatura económica y los estudios empíricos señalan factores tanto del lado de la oferta (características de la fuerza laboral) como de la demanda (condiciones económicas y empresariales). Algunos de los determinantes más estudiados incluyen:

  • Factores económicos: Crecimiento económico insuficiente, baja acumulación de capital (inversión), políticas monetarias restrictivas, tipo de cambio real elevado, ciclo económico (recesiones), precios de materias primas (como el petróleo en regiones específicas).
  • Factores demográficos: El incremento de la población y, por ende, de la fuerza de trabajo, superando la capacidad de la economía para generar empleos.
  • Factores estructurales y sectoriales: Desajustes entre la formación de los trabajadores y las necesidades de las industrias, cambios tecnológicos que eliminan puestos de trabajo, precarización del empleo en ciertos sectores (especialmente el informal), rigideces o cambios en la regulación laboral.
  • Factores sociodemográficos individuales: Sexo, edad, nivel educativo, estado civil, ubicación geográfica (urbana vs. rural), pertenencia a grupos minoritarios.
  • Factores de calidad del empleo: Bajos salarios, falta de prestaciones, jornadas excesivas, que desincentivan la búsqueda o aceptación de ciertos trabajos.

Algunos estudios, como el de Prieto (1981), han identificado una amplia lista de posibles causas, que van desde la actividad económica general (PIB) y la transferencia de población de la agricultura a otros sectores, hasta aspectos más específicos como la degeneración del sistema de crédito, la necesidad de alta cualificación, la falta de inversión, el maquinismo (automatización), la migración, la moda, el pluriempleo (que reduce la demanda de otros puestos), o la inadecuada formación profesional. Esta diversidad de factores subraya la complejidad del fenómeno.

El Desempleo en México: Un Vistazo Nacional

Históricamente, el desempleo ha fluctuado en México. En el periodo 2005-2018, la tasa promedio fue de 4.3%. Sin embargo, eventos como la crisis financiera global de 2009 provocaron un pico notable, alcanzando el 6.1% debido a despidos y cierres de empresas.

Desempleo por Sexo

Aunque en términos absolutos suele haber más hombres desempleados (reflejando una mayor participación masculina en la fuerza laboral), en términos relativos, las mujeres a menudo enfrentan tasas de desempleo más altas. Esta disparidad refleja desigualdades de género persistentes en el mercado de trabajo. Las mujeres tienden a concentrarse en ocupaciones y sectores considerados "femeninos", a menudo con salarios más bajos, menor acceso a puestos directivos y mayor prevalencia de trabajos de medio tiempo o en el sector informal. El sector informal, si bien absorbe empleo femenino, a menudo implica condiciones precarias: jornadas largas, baja remuneración y ausencia de prestaciones sociales.

Los determinantes del desempleo femenino incluyen factores estructurales y culturales, como la segregación ocupacional, la discriminación, los estereotipos de género, la región, la clase socioeconómica y el origen étnico. Además, características personales como la edad, el estado civil, el nivel educativo, la maternidad y el número de hijos pueden influir en las oportunidades laborales de las mujeres.

Desempleo por Edad

El desempleo afecta de manera desigual a los distintos grupos de edad. En el periodo 2005-2018, la mayor proporción de personas desocupadas se concentró en el grupo de 20 a 29 años (promedio 39.2%), seguido por el de 30 a 39 años (20.3%) y el de 15 a 19 años (16.0%). En conjunto, los jóvenes de 15 a 29 años representaron más de la mitad de la población desocupada (55.1% en promedio).

Esta alta tasa de desempleo juvenil se atribuye a varias barreras: menor calificación y experiencia laboral, menor costo de despido para los empleadores, y mayor acceso a puestos precarios e inestables. Algunos jóvenes también podrían no estar dispuestos a aceptar trabajos con salarios mínimos que no les permitan independencia económica, o aún estar enfocados en sus estudios.

Por otro lado, se ha observado una reducción en el desempleo del grupo de 15 a 19 años, probablemente vinculada al aumento en la matrícula educativa. Curiosamente, la proporción de adultos desocupados entre 40 y 49 años ha aumentado, lo que podría indicar desafíos para la reinserción laboral en edades más maduras.

Desempleo por Nivel Educativo

Contrario a la intuición de que a mayor educación siempre hay menos desempleo, las estadísticas de proporción de desocupados por nivel de instrucción en México (2005-2018) muestran un panorama matizado. Los grupos con mayor proporción de desocupación fueron aquellos con educación media superior y superior (49.2% en promedio) y secundaria completa (47.8%). Los niveles de primaria completa (22.0%) y primaria incompleta (10.4%) mostraron menores proporciones de desocupados en relación con el total de desocupados.

¿Cómo se da la falta de empleo?
Para Torres (1974) las causas del desempleo radican principalmente en factores demográficos y económicos. La primera, el incremento de la población mexicana supera a la tasa mundial y la segunda, el crecimiento económico ha sido insuficiente para dar ocupación al aumento de la fuerza de trabajo.

Esta aparente paradoja (más desocupados entre los más educados) puede explicarse en parte porque las personas con mayor nivel educativo tienen expectativas laborales más altas y pueden pasar más tiempo buscando un puesto acorde a su calificación, en lugar de aceptar trabajos de menor nivel. Además, el mercado laboral se ha vuelto más competitivo, exigiendo mayor preparación. La tendencia muestra un aumento en la proporción de desocupados con niveles educativos más altos y una disminución en los de niveles más bajos, lo que sugiere que la oferta de empleo para perfiles menos calificados podría estar mejorando o que estos trabajadores tienen otras opciones (como la migración internacional o el sector informal), mientras que la competencia por puestos que requieren mayor calificación es intensa.

El Desempleo a Nivel Estatal

El desempleo varía significativamente entre las entidades federativas de México. Naturalmente, los estados con mayor población suelen tener un mayor número absoluto de desocupados. Sin embargo, al observar la tasa de desocupación (proporción de desocupados respecto a la población económicamente activa), se aprecian diferencias regionales importantes.

En el periodo 2005-2018, 14 estados tuvieron tasas de desempleo promedio por encima del promedio nacional (4.3%), mientras que 18 estuvieron por debajo. Tabasco presentó la tasa promedio más alta (5.9%), influenciada en gran medida por la crisis del sector petrolero, que demostró la vulnerabilidad de una economía con baja complejidad y alta dependencia de un solo sector. Guerrero, por otro lado, registró la tasa promedio más baja (1.8%).

Las diferencias estatales también se reflejan en la composición del desempleo por sexo, edad y educación. Por ejemplo, en algunos estados, la proporción de hombres desempleados es considerablemente mayor (como Querétaro), mientras que en otros la proporción de mujeres desempleadas es más alta (como Yucatán). De manera similar, la concentración de desempleados por rango de edad o nivel educativo varía regionalmente, lo que sugiere que las dinámicas del mercado laboral y las características de la fuerza laboral son distintas en cada entidad.

EstadoTasa Desocupación Promedio (2005-2018)% Hombres Desocupados (Promedio)% Mujeres Desocupadas (Promedio)
Aguascalientes3.2%66.9%33.1%
Baja California Sur3.7%63.6%36.4%
Baja California2.2%67.5%32.5%
Campeche3.5%67.3%32.7%
Coahuila3.6%66.6%33.4%
Colima3.7%64.7%35.3%
Chiapas3.5%60.0%40.0%
Chihuahua2.2%64.5%35.5%
Ciudad de México5.1%58.6%41.4%
Durango4.1%62.6%37.4%
Guanajuato3.8%66.4%33.6%
Guerrero1.2%59.4%40.6%
Hidalgo2.1%64.0%36.0%
Jalisco2.5%62.4%37.6%
Estado de México3.8%62.4%37.6%
Michoacán2.5%62.1%37.9%
Morelos2.1%61.8%38.2%
Nayarit3.6%60.0%40.0%
Nuevo León3.5%65.0%35.0%
Oaxaca2.0%58.4%41.6%
Puebla2.5%62.6%37.4%
Querétaro3.7%71.1%28.9%
Quintana Roo3.1%61.1%38.9%
San Luis Potosí2.1%64.5%35.5%
Sinaloa3.1%64.8%35.2%
Sonora3.6%65.4%34.6%
Tabasco7.9%65.4%34.6%
Tamaulipas3.8%66.9%33.1%
Tlaxcala4.0%61.1%38.9%
Veracruz2.7%62.0%38.0%
Yucatán1.5%54.2%45.8%
Zacatecas2.4%60.5%39.5%

(Nota: Datos de la tabla basados en promedios aproximados del periodo 2005-2018 según la información proporcionada).

Impacto de las Características Sociodemográficas: Resultados del Análisis

Un análisis más profundo, utilizando modelos estadísticos que consideran datos a lo largo del tiempo y entre diferentes estados (análisis de panel), permite estimar el efecto específico de ciertas características sociodemográficas sobre la tasa de desempleo abierta.

Los resultados de estos modelos sugieren que un aumento en la población de hombres desempleados tiene un efecto mayor en el incremento de la tasa de desempleo general que un aumento similar en la población de mujeres desempleadas. Esto podría estar relacionado con la estructura de la PEA o la forma en que se mide el desempleo en cada grupo.

En cuanto a la edad, si bien la mayor cantidad de desocupados son jóvenes, los modelos no siempre encuentran un efecto estadísticamente significativo de los grupos de edad más jóvenes (15-24, 25-44) sobre la tasa de desempleo general de la entidad. Sin embargo, se observa que un aumento en la población desempleada de 45 años o más se asocia con una *reducción* en la tasa de desempleo general de la entidad. Esto es un resultado contraintuitivo que requeriría un análisis más detallado, pero podría implicar que los movimientos en el desempleo de los grupos de mayor edad tienen una dinámica diferente o un peso distinto en la tasa agregada.

Respecto al nivel educativo, el análisis confirma tendencias importantes. Un aumento en la población desempleada con primaria incompleta o completa se asocia con un *incremento* en la tasa de desempleo. Por el contrario, un aumento en la población desocupada con secundaria completa, o con educación media superior y superior, se asocia con una *reducción* en la tasa de desempleo general. Esto último sugiere que, a nivel agregado, la presencia de desempleados más calificados en una entidad federativa no necesariamente eleva la tasa de desempleo total, e incluso podría estar correlacionada con una tasa menor. Esto podría deberse a que, aunque proporcionalmente haya muchos desocupados con alta educación, su número absoluto es menor o se concentran en ciertas regiones o momentos, mientras que la falta de empleo en niveles educativos básicos es un problema persistente que sí empuja al alza la tasa general.

Preguntas Frecuentes sobre el Desempleo

¿Qué es una falta de empleo?
Es una situación que se da cuando la cantidad de personas que buscan trabajo (demanda de empleo) excede el número de empleos disponibles (oferta de empleo).
¿Quiénes son los más afectados por el desempleo en México según la edad?
Aunque los jóvenes de entre 15 y 29 años representan la mayor proporción de personas desocupadas, el análisis estadístico sugiere que el aumento del desempleo en grupos de mayor edad (45+) puede tener un impacto diferente en la tasa de desempleo general de una región.
¿La educación garantiza no tener desempleo?
Si bien tener educación media superior o superior se asocia, a nivel agregado, con una reducción en la tasa de desempleo general de una entidad, las personas con estos niveles educativos sí forman una parte importante de la población desocupada. Esto indica que la educación no es una garantía absoluta contra el desempleo, pero sí puede ofrecer mejores oportunidades o reducir la probabilidad de estar desempleado en comparación con niveles educativos básicos.

Conclusión

La falta de empleo en México es un fenómeno multidimensional, influenciado por el entorno económico global y nacional, factores estructurales del mercado laboral y características individuales de la fuerza de trabajo. El análisis de datos revela que el sexo, la edad y el nivel educativo juegan un papel significativo en la dinámica del desempleo. Si bien los jóvenes concentran la mayor proporción de desocupados, el impacto de la educación en la probabilidad de desempleo es complejo, mostrando que los niveles educativos más bajos se asocian con un mayor riesgo de desempleo a nivel agregado, mientras que los niveles más altos, aunque tienen un número importante de desocupados, se correlacionan con tasas de desempleo generales más bajas en las entidades. Abordar el desempleo requiere políticas que estimulen el crecimiento económico, mejoren la calidad del empleo, reduzcan las brechas de desigualdad de género y adecúen la formación profesional a las demandas cambiantes del mercado.

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