14/12/2024
La provincia de Buenos Aires atraviesa un momento crítico en materia de empleo. En un contexto marcado por una profunda recesión económica y las consecuencias directas de las medidas de ajuste implementadas a nivel nacional, la situación laboral se ha deteriorado de manera significativa a lo largo de 2024. Los datos más recientes pintan un panorama preocupante, evidenciando un aumento sostenido del desempleo, con un impacto particularmente severo en ciertos grupos demográficos y sectores de la economía.

Un informe clave elaborado por la Unidad de Género y Economía (UGE) del Ministerio de Economía bonaerense, basado en datos del tercer trimestre del año pasado pero analizado en el contexto actual de 2024, arroja luz sobre estas tendencias. El documento subraya no solo el incremento general de la desocupación, sino también cómo este fenómeno se ve agravado por el cierre de miles de pequeñas y medianas empresas (pymes). La conclusión es clara y alarmante: las principales afectadas por este deterioro son las mujeres, y dentro de ellas, las más jóvenes.
- El Golpe del Desempleo en Cifras
- Las Mujeres Jóvenes, las Más Afectadas
- Causas Detrás del Deterioro
- El Pluriempleo como Estrategia
- La Sombra de la Informalidad
- Impacto en las Mujeres Adultas
- Brechas de Ingreso y Desigualdad Profunda
- El Futuro Previsional en Riesgo
- Respuestas desde la Provincia
- Conclusión
El Golpe del Desempleo en Cifras
Los números son elocuentes. La tasa de desocupación urbana en la provincia de Buenos Aires experimentó un salto significativo, pasando de 6,4 por ciento a 8,4 por ciento en el lapso de un año. Este incremento de dos puntos porcentuales posiciona a Buenos Aires como el epicentro del golpe laboral a nivel nacional. De los 207.000 nuevos desocupados que se sumaron en el país en 2024, una abrumadora mayoría, 165.000, residen en la provincia de Buenos Aires. Esto significa que el 80 por ciento de los nuevos desempleados urbanos del país están en territorio bonaerense.
Pero el análisis se vuelve aún más complejo al desagregar las cifras por género. Mientras que la tasa de desocupación para los varones fue del 7,4 por ciento, para las mujeres alcanzó el 9,7 por ciento. Esta diferencia de 2,3 puntos porcentuales revela una brecha de género persistente en el acceso al empleo. La situación del empleo en sí mismo también muestra disparidades notorias: el 66,1 por ciento de los hombres en edad de trabajar estaban empleados, frente a solo el 47,2 por ciento de las mujeres. Esta brecha en la tasa de empleo se amplía a 18,8 puntos porcentuales.
El informe también destaca la subocupación, es decir, aquellas personas que trabajan menos horas de las deseadas y buscan trabajar más. Aquí, la brecha de género también se manifiesta, con 5,3 puntos de diferencia.
| Indicador | Total Urbano (BA) | Varones | Mujeres | Brecha (Mujeres vs Varones) |
|---|---|---|---|---|
| Tasa de Desocupación | 8.4% (vs 6.4% un año antes) | 7.4% | 9.7% | +2.3 pp |
| Tasa de Empleo | N/D | 66.1% | 47.2% | -18.8 pp |
| Tasa de Subocupación | N/D | N/D | N/D | +5.3 pp (Mujeres más altas) |
Las Mujeres Jóvenes, las Más Afectadas
Si bien la crisis afecta a diversos grupos, el estudio de la UGE enfatiza que las mujeres jóvenes, aquellas con edades comprendidas entre los 14 y los 29 años, han sido las que enfrentaron el mayor deterioro en su situación laboral. La desocupación en este segmento creció 4,8 puntos porcentuales en la comparación interanual, un aumento significativamente superior al promedio. En paralelo, su tasa de empleo retrocedió 1,2 puntos.
La vulnerabilidad de las mujeres jóvenes en el mercado laboral bonaerense se explica por una compleja interacción de factores. La desigualdad en la distribución del trabajo doméstico y de cuidado sigue siendo un obstáculo estructural que limita su plena inserción en empleos formales y de calidad. A esto se suman factores coyunturales como la crisis económica actual. Además, las mujeres jóvenes suelen tener tasas de informalidad históricamente más elevadas, lo que las expone a una mayor precariedad y vulnerabilidad económica en contextos de recesión.
Causas Detrás del Deterioro
El aumento del desempleo en la provincia no es un fenómeno aislado, sino el resultado de múltiples causas que confluyen. El freno abrupto en la obra pública, una fuente importante de empleo, especialmente masculino pero con impacto indirecto en otros sectores, ha sido un factor clave. Asimismo, los despidos masivos en la administración pública nacional han afectado a un número considerable de trabajadores, muchos de ellos residentes en la provincia.
Otro elemento determinante ha sido el cierre de miles de pymes. A nivel nacional, se estima que 16.500 pequeñas y medianas empresas bajaron sus persianas en 2024. De esta cifra, más de 4.500 estaban ubicadas en la provincia de Buenos Aires y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. El cierre de estas empresas tiene un efecto dominó, eliminando puestos de trabajo y reduciendo la capacidad de absorción del mercado laboral.
Sectores como el comercio, la construcción y la administración pública, que históricamente emplean a un número significativo de mujeres, han sido particularmente golpeados por los despidos y cierres, exacerbando las brechas de género en el empleo.
El testimonio de Alejandra, una joven de 25 años de la zona sur del conurbano bonaerense, ilustra esta realidad. Trabajaba en un almacén familiar que cerró en 2024 tras casi tres décadas de funcionamiento, víctima de la caída estrepitosa de las ventas. “No me lo esperaba, pero entendí la situación porque noté como los ingresos bajaron”, relata. Su experiencia refleja la de miles de mujeres jóvenes que, como ella, se encontraron de repente sin trabajo en un mercado laboral adverso. “Entiendo que el Gobierno quiera atraer inversiones y que haya que ajustar porque había mucho gasto, pero ese ajuste no puede ser con la gente que labura y con quienes les dan trabajo a los laburantes”, afirma Alejandra, quien confiesa que le “llevó un buen tiempo encontrar otro trabajo”.
El Pluriempleo como Estrategia
Ante la pérdida de poder adquisitivo y la dificultad para encontrar un empleo de jornada completa o con un salario suficiente, muchas personas se ven obligadas a buscar ingresos adicionales. El informe de la UGE revela un incremento del pluriempleo, es decir, tener más de un trabajo simultáneamente. En el tercer trimestre de 2024, el 10,9 por ciento de las personas ocupadas en la provincia tenía más de un empleo, lo que representa un aumento interanual de 0,8 puntos porcentuales.
Esta tendencia es más pronunciada entre las mujeres. La tasa de pluriempleo alcanzó el 14 por ciento para ellas, frente al 8,5 por ciento para los varones. Este fenómeno es, en gran medida, una estrategia de supervivencia económica. Como explica Laura Lombardía, directora de la UGE, el aumento del pluriempleo es una respuesta directa a la necesidad de compensar la caída de los salarios reales y poder sostener los gastos del hogar.
Esta situación golpea con especial dureza a los hogares monomarentales, donde una mujer es la única proveedora económica y, además, debe asumir la casi totalidad de las tareas de cuidado. Tener que combinar múltiples trabajos con las responsabilidades familiares genera una carga desproporcionada y limita las posibilidades de desarrollo personal y profesional.
Paralelamente al aumento del pluriempleo, el informe señala una reducción en el promedio de horas semanales trabajadas. Entre los jóvenes, la caída fue de 1 hora y 42 minutos, mientras que entre los adultos fue de 24 minutos. Entre las mujeres jóvenes, la reducción de horas trabajadas fue aún más significativa, alcanzando 1 hora y 53 minutos.
La Sombra de la Informalidad
La informalidad laboral es otro problema crónico que se agrava en este contexto de crisis. En la provincia de Buenos Aires, la tasa de informalidad entre las personas asalariadas alcanzó el 38,3 por ciento, registrando un alza de 2,1 puntos porcentuales en un año. Esta precariedad afecta de manera desproporcionada a las mujeres, donde el aumento fue aún más marcado, con un incremento de 4,6 puntos.
La situación es particularmente crítica para las mujeres jóvenes. La informalidad entre ellas se disparó 10,7 puntos porcentuales. Esto significa que, hoy en día, casi 6 de cada 10 mujeres jóvenes que logran acceder a un empleo en la provincia lo hacen en condiciones de informalidad. Un ejemplo paradigmático es el servicio doméstico, el segundo sector que más mujeres emplea y que se caracteriza por tener los salarios más bajos y una alta tasa de empleo no registrado.

La informalidad implica no solo salarios bajos e inestables, sino también la ausencia de protección social, seguridad laboral y acceso a derechos básicos como vacaciones pagas o licencias por enfermedad. Esta falta de estabilidad y protección limita significativamente la capacidad de las mujeres para tomar decisiones sobre sus vidas y las deja en una situación de extrema vulnerabilidad económica y social.
La eliminación del programa Acompañar a nivel nacional, una política clave de asistencia para mujeres y personas LGBTI+ en situación de violencia de género, también ha impactado negativamente esta realidad, poniendo en peligro la vida de muchas personas al reducir sus recursos económicos y su independencia.
Impacto en las Mujeres Adultas
Aunque la crisis laboral comenzó afectando con mayor fuerza a las mujeres jóvenes, los datos del tercer trimestre de 2024 muestran que las mujeres adultas también están siendo arrastradas por esta marea de desocupación y precarización. Esto se debe, en gran medida, a su fuerte inserción laboral en sectores que han sido duramente golpeados por el ajuste y los recortes presupuestarios, como la educación, la salud y la administración pública.
La reducción del presupuesto destinado a áreas fundamentales como educación y salud, sumada a los despidos en la administración pública nacional, han tenido un impacto directo en estos rubros, donde la participación femenina es muy alta. Este fenómeno no se limita a Buenos Aires; se replica en gran parte del país, donde el sector público es uno de los principales empleadores para las mujeres.
Brechas de Ingreso y Desigualdad Profunda
La crisis del empleo no solo se manifiesta en la falta de trabajo o la precariedad, sino también en las desigualdades en los ingresos. El informe de la UGE señala que el 16,8 por ciento de las mujeres bonaerenses no tuvieron ingresos propios durante el tercer trimestre del año pasado. Entre aquellas que sí percibieron ingresos, la brecha salarial de género se mantuvo significativa, alcanzando el 31 por ciento.
Esta brecha se amplía aún más en el segmento de las asalariadas no registradas (informales), donde la diferencia salarial entre hombres y mujeres llega al 34,1 por ciento. Esto evidencia cómo la informalidad agrava la desigualdad económica para las mujeres.
La desigualdad de ingresos también se refleja en la distribución de la riqueza. Las mujeres están sobrerrepresentadas en los quintiles de ingresos más bajos. En el 20 por ciento más pobre de la población bonaerense, 63 de cada 100 personas son mujeres. Por el contrario, en el quintil más rico, solo 35 de cada 100 personas son mujeres. Esta distribución inequitativa consolida las desventajas económicas que enfrentan las mujeres a lo largo de su vida.
El Futuro Previsional en Riesgo
Una de las consecuencias más graves de la precariedad laboral y las bajas tasas de registro entre las mujeres es el impacto en su capacidad para acceder a una jubilación digna. El informe destaca que el 85,4 por ciento de las mujeres que lograron jubilarse lo hicieron a través de la moratoria previsional. Este mecanismo permitía a quienes no contaban con los años de aportes suficientes, debido a trayectorias laborales intermitentes, informales o dedicadas al cuidado no remunerado, regularizar su situación.
La eliminación de la moratoria previsional a nivel nacional tiene una consecuencia directa y devastadora: se estima que 9 de cada 10 mujeres que deberían jubilarse en los próximos años no podrán hacerlo bajo el esquema actual, quedando en una situación de extrema vulnerabilidad económica en la vejez.
Respuestas desde la Provincia
Frente a este complejo panorama y en contraste con el desmantelamiento de políticas de género a nivel nacional, la provincia de Buenos Aires ha decidido sostener y fortalecer su apuesta por la igualdad. Desde la Unidad de Género y Economía, se realiza un seguimiento detallado del Presupuesto con Perspectiva de Género, buscando asegurar que los recursos públicos contribuyan a reducir las desigualdades.
Asimismo, se están fortaleciendo los programas de cuidados, reconociendo que la desigual distribución de estas tareas es un factor clave de la desigualdad laboral. La provincia también articula con el Banco Provincia para facilitar el acceso al crédito formal a mujeres emprendedoras, una medida destinada a promover la autonomía económica y el desarrollo de proyectos productivos liderados por mujeres.
La directora de la UGE, Laura Lombardía, subraya la importancia de estas acciones y el desafío que representan. “Reducir la brecha de empleo requiere que el cuidado deje de ser visto como una responsabilidad exclusiva de las mujeres, se convierta en una prioridad para el Estado e involucre a su vez el compromiso del sector privado”, concluye.
En un contexto económico adverso y regresivo en materia de derechos, los datos del informe de la UGE actúan como una potente alerta. No solo describen una crisis con rostro de mujer, y en particular de mujer joven, sino que también evidencian el costo humano de las decisiones macroeconómicas y la urgente necesidad de implementar y sostener políticas públicas con un enfoque de género que aborden las causas estructurales de la desigualdad laboral.
| Quintil de Ingreso | % Mujeres | % Varones |
|---|---|---|
| Quintil 1 (Más pobre) | 63% | 37% |
| Quintil 2 | N/D | N/D |
| Quintil 3 | N/D | N/D |
| Quintil 4 | N/D | N/D |
| Quintil 5 (Más rico) | 35% | 65% |
Preguntas Frecuentes
¿Cómo puedo comunicarme con el SIAPE si tengo consultas relacionadas con mi empleo público provincial?
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Conclusión
La situación del empleo en la provincia de Buenos Aires en 2024, tal como la describen los datos disponibles, es sumamente preocupante. El aumento del desempleo, la profundización de las brechas de género, el incremento de la informalidad y el pluriempleo como estrategia de subsistencia, configuran un escenario de creciente precariedad para miles de bonaerenses. Las mujeres, especialmente las jóvenes, son las que enfrentan las mayores dificultades, lidiando con obstáculos estructurales y los efectos directos de la recesión y el ajuste. Abordar esta crisis con un enfoque de género y políticas públicas activas es fundamental para mitigar sus devastadoras consecuencias sociales y económicas.
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